El futuro de la Fórmula E, hoy

Pocas veces se equivocan los refranes populares. Pero ocurre. Recordemos el que dice: lo que mal empieza mal acaba y pensemos en la Fórmula E. En la primera temporada de este novedoso serial, la carrera inició con un accidente. Lo mismo ocurrió hace unas cuantas semanas en el arranque de la tercera temporada. Pero si algo muestra la Fórmula E, es un asombroso progreso.

El choque inicial en el circuito de Hong Kong estropeó la nariz del coche del piloto de ABT Sportsline, Luca Di Grassi. Pero este piloto, ganador del segundo lugar en la temporada pasada, no sólo permaneció en la carrera, sino que finalizó en segundo lugar.

Los primeros lugares se los llevaron puras caras conocidas de los seguidores de la serie. El Campeón del año pasado, Sebastien Buemi del equipo Renault e.Dams triunfó en la carrera de Hong Kong, seguido de Di Grassi, luego por el piloto del equipo Mahindra Racing y “veterano” de la Fórmula E, Nick Heidfeld –quien terminó en tercer lugar el año pasado–, y por el conductor Nick Prost de Renault e.Dams. Cabe mencionar que Prost llegó 7.360 segundos detrás de Buemi, nada más, aunque el siguiente grupo de conductores arribó a la meta más de 10 segundos por detrás de Prost, debido al momento en que decidieron cambiar coches y hacer sus paradas en los boxes.

Mahindra Racing tuvo un inicio dominante de la Fórmula E en Hong Kong y repitió después en el ePrix de Marrakech. El equipo indio de carreras eléctricas consiguió su segundo podio con Felix Rosenqvist ganado el tercer lugar en la carrera. Esto también marca la primera marca importante del piloto en el ePrix. El podio, sin embargo, siguió siendo del campeón defensor, Sebastien Buemi, a pesar de una penalización al comienzo.

Buemi comenzó en séptimo después de un descenso de cinco lugares debido a que su Renault e.dams tenía un extinguidor con bajo peso después de la calificación. Sin embargo, el piloto suizo hizo un gran regreso y llegó a la cima, superando a Sam Bird y Felix Rosenqvist.

Es notoria la diferencia en esta temporada. Refleja un cambio importante en las reglas: en contraste con el año pasado, los equipos pueden recuperar ahora 50% de energía adicional durante el frenado. La energía adicional le ofrece una mayor flexibilidad a los equipos, lo que empuja el desarrollo de estrategias de carrera y la agudización de las diferencias entre el desempeño de los autos. A pesar de actualizar sus baterías, los coches de la Fórmula E carecen del suficiente almacenamiento de energía para completar una carrera entera de 50 minutos, lo que obliga a los conductores a efectuar una parada extra para cambiar los vehículos.

Estos y otros pequeños avances técnicos son parte de la maduración de la Fórmula E. El año pasado, la serie comenzó a introducir cambios incrementales, permitiendo que los equipos se concentren en estrategias de carrera y se adapten a las nuevas tecnologías. Para la Temporada 5, los organizadores de la serie planean introducir coches capaces de completar una carrera entera con una carga de batería.

El cambio incremental puede ser inteligente. Se suma al mayor impacto en la Fórmula E de esta temporada, la Roborace. Es una nueva serie de automovilismo con vehículos de accionamiento eléctrico y de conducción autónoma. La misma se topó con problemas de baterías durante su demostración en Hong Kong, pero desde entonces, Roborace ha completado vueltas autónomas con los vehículos de prueba. Se prevé que continúe por el resto de la serie de la Fórmula E de este año.

La Fórmula E y Roborace también motivan el desarrollo de competencias de coches eléctricos en otros formatos. En el mes de octubre, unas empresas externas anunciaron el lanzamiento de una nueva serie GT eléctrica con base en modelos modificados S de Tesla. Además se suma una serie eléctrica del rallycross de Red Bull. Los organizadores de la Fórmula E podrían considerarse halagados por sus seguidores, o amenazados por la competencia…